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  • David CM

La muerte de Elisa Lam

A comienzos de 2013 la joven canadiense de origen chino Elisa Lam decide tomarse unas vacaciones de sus estudios en la Universidad de Columbia Británica para viajar en solitario desde Vancouver, donde residía, hasta California.


Usando la red de transporte público de los Estados Unidos, llega a la primera parada de su viaje: San Diego. Allí pasa unos días mientras comparte las pertinentes fotos en redes sociales. La siguiente parada de la ruta de Elisa es Los Ángeles. El 26 de enero se registra en el Hotel Cecil, un establecimiento de antigua tradición venido a menos en pleno centro de la ciudad, que tomará protagonismo según avance este caso.




Durante todo el viaje, Elisa Lam mantiene contacto diario con sus padres, que también viven en Vancouver. Las llamadas, sin embargo, cesan el 31 de enero, día en que tenía previsto marcharse del hotel para continuar viaje. Esta ausencia de noticias alarma a la familia Lam y sin perder un minuto los padres se comunican con la policía de Los Ángeles para denunciar la desaparición de su hija, además de viajar hasta la ciudad californiana.


La policía comienza rápido a investigar, pero a Elisa Lam parecía habérsela tragado la tierra. En su habitación, no había signos de robo o de violencia. Los pocos empleados del hotel que la habían visto ese día, aseguraron que estaba sola. La policía registró todo el hotel en la medida de sus posibilidades usando incluso perros de rastreo. El sargento Rudy López aseguraría más tarde que “no buscaron en todas las habitaciones pues eso solo podría hacerse con una causa probable para creer que se había cometido un crimen”, cosa que en ese momento no se sospechaba.


La única que parecía haber conversado con Elisa aquel día era la dependienta de una librería cercana, Katie Orphan. Según declaró a la CNN, la chica “era extrovertida, muy animada y agradable. Habló sobre qué libro iba a comprar y si no iba a resultar demasiado pesado para llevarlo mientras viajaba”.


El día 6 de febrero la policía de Los Ángeles decide recabar la ayuda de la ciudadanía repartiendo fotos de Elisa tanto por el vecindario como por internet. Esto hace que el caso comience a despertar el interés de los medios.


Foto de 2013 distribuida por la policía en el vecindario. Fuente: wikipedia


Los días pasan sin ninguna pista sobre el destino de Elisa Lam hasta que el 4 de febrero la policía da un paso más va a convertir este caso en uno de los más mediáticos de la década. Los investigadores deciden publicar el vídeo de una cámara de vigilancia de uno de los ascensores del Hotel Cecil. Estos minutos de grabación muestran la última vez que se supo algo sobre la joven canadiense, pero lo que de verdad lo catapulta a la fama es el extraño comportamiento de Elisa.


La grabación comienza a las 13:31 del 1 de febrero de 2013. Elisa trata de cerrar las puertas del ascensor, pero estas no responden. La chica parece estar hablando con alguien que está fuera de plano. Repite sin cesar extraños movimientos con sus manos, como interactuando con alguien inexistente. Varias veces entra y sale del ascensor para acabar desapareciendo de nuevo. La imagen es algo granulada y la marca de tiempo de la parte inferior está oscurecida, algo que será motivo de debate desde su publicación. Además, en algunos momentos, la boca de Elisa aparece pixelada.




Desde el primer momento el vídeo fue ampliamente discutido y analizado mundialmente. El comportamiento errático de Elisa Lam encendió las alarmas de todos los que lo vieron y aún sigue poniendo los pelos de punta.


A partir de la publicación de las imágenes se plantearon varias teorías para explicar su extraño comportamiento. Primero se contempló la posibilidad de que Elisa se refugiara en el ascensor para intentar huir de alguien que la perseguía. Se propuso también que la joven canadiense podría estar bajo la influencia de éxtasis u otra droga recreativa. En el momento de la publicación del vídeo aún no se conocía el historial médico de Elisa, que a la postre iba a resultar una pieza clave del caso.


Algunas personas que vieron el vídeo sostienen que este había sido manipulado antes de publicarse. A pesar de que la marca de tiempo estaba oscurecida en las imágenes, afirman que este había sido ralentizado y se había eliminado casi un minuto de grabación. De ser esto cierto, podría deberse o bien a que en el vídeo aparece alguien que no tenía nada que ver con el caso y fue eliminado para proteger su privacidad o para ocultar pruebas si la desaparición de Elisa Lam hubiera sido resultado de un acto delictivo. Existe otra explicación para esta omisión que se analizará más adelante al hablar más en profundidad sobre el propio Hotel Cecil.


Con el correr de la investigación comienzan a conocerse más datos sobre Elisa. Para entonces lo que más llama la atención de los investigadores es su historial psicológico. La joven canadiense había sido diagnosticada con un trastorno bipolar y con depresión. Para luchar con su enfermedad tenía recetados cuatro medicamentos: Wellbutrin, Lamotrigina, Quetiapina y Venlafaxina. A pesar de esto, según su familia, no tenía antecedentes de ideas o intentos de suicidio. Esto, sin embargo, se contradice con un informe que afirmaba que Elisa había desaparecido previamente por un breve periodo de tiempo. Además, según informó el Hotel Cecil, cuando la chica llegó al establecimiento fue alojada con un par de chicas, que al poco tiempo pidieron a recepción que la sacaran de la habitación pues les dejaba notas agresivas por el cuarto del tipo: <<no vuelvas a entrar>> o <<vete a casa>>. Alguna vez incluso se encerró en la habitación y pidió a sus compañeras contraseñas inventadas por ella misma. La gerencia del hotel se vio entonces forzada a cambiarla a una habitación para ella sola.


Inquietante última foto de Elisa Lam encontrada en su cámara antes de desaparecer.. Fuente: infobae.com


A medida que se iban descubriendo más datos sobre Elisa Lam, los internautas indagaron en su pasado hasta encontrar un blog que comenzó a mediados de 2010. La joven usaba este espacio para compartir fotos de moda y relatos sobre su vida, hablando sobre todo de su lucha contra la enfermedad mental. En una de las publicaciones de 2012 se lamentó de que una recaída le había hecho abandonar varias clases de la universidad haciéndola sentir “totalmente desorientada y perdida”.


¿Podría este trastorno explicar el comportamiento que exhibe Elisa en la grabación del ascensor? ¿Quizás dejó de tomar su medicación y sufrió un brote psicótico?


Quedaba sin embrago aún sin responder la pregunta más importante ¿Dónde estaba Elisa Lam?


Durante estas semanas la vida en el Hotel Cecil continuaba y aquí es donde el caso iba a convertirse en uno de los más misteriosos y comentados de los últimos años. Hacía días que los huéspedes del hotel se quejaban de que el agua de sus habitaciones salía con baja presión. Algunos incluso afirmaron que de las tuberías salía un agua negra con sabor inusual. Debido a esto, la mañana del 19 de febrero un operario del hotel subió a la azotea para comprobar los cuatro tanques de casi 4,000 litros que abastecían de agua al complejo. En uno de ellos, desnudo e inerte en el fondo, apareció el cadáver en descomposición de Elisa Lam junto con sus ropas, su reloj y la llave de la habitación, confirmando lo que todo el mundo temía.


Hasta allí arriba debieron subir los equipos de rescate para llevarse el cadáver de Elisa Lam. Foto: Jonathan Alcorn. Reuters.


Ya estaba resuelto uno de los enigmas, pero se abrían ahora otros muchos interrogantes, algunos de los cuales siguen abiertos hoy en día...


Para rescatar el cadáver de Elisa, fue necesario drenar el tanque pues la escotilla de mantenimiento era demasiado pequeña para introducir el equipo necesario para llevar a cabo la operación.


Pocos días después de encontrar el cuerpo, el día 21 de febrero, la oficina del forense de Los Ángeles emitió un hallazgo de ahogamiento accidental con el trastorno bipolar como factor significativo. No fue sin embargo hasta junio cuando se publicó el informe forense al completo. En el se indicaba que Elisa no presentaba evidencias de trauma físico, agresión sexual o suicidio. Las pruebas toxicológicas (incompletas pues no se había conservado suficiente sangre) mostraban restos compatibles con la medicación de prescripción encontrada entre sus pertenencias, pero es dosis bajas, y más medicamentos sin receta como Sinutab e Ibuprofeno. La cantidad de alcohol en sangre era muy pequeña y no había rastro de drogas recreativas, lo que descartaba alguna de las hipótesis dadas para explicar el vídeo del ascensor.


Se había encontrado el cadáver y se sabía como había muerto Elisa Lam, pero aún faltaba saber cómo había llegado hasta el tanque, por qué lo había hecho y si lo hizo por si misma o había alguien más implicado.


En teoría las puertas y escaleras de acceso al techo del hotel estaban cerradas con llave y sólo el personal tenía acceso a ellas y a los códigos de entrada. Cualquier intento de forzar esas puertas habría, supuestamente, disparado las alarmas. Pese a todo esto, la escalera de incendios del Hotel Cecil podría haberle permitido eludir esas medidas de seguridad si ella, o alguien que le acompañara, lo hubiera sabido.


Dificil entender qué había llevado a la joven canadiense hasta la azotea del Hotel Cecil. Fuente: CNN


Toda este argumento que vendía el propio hotel sería puesto en entre dicho cuando un usuario chino visitó el establecimiento tras la muerte de Elisa. Este hombre compartió un vídeo de su aventura hasta la azotea del hotel en el que podemos ver la facilidad que había para abrir la puerta de incendios, que supuestamente requería una llave, sin que saltaran las alarmas. Una vez en la azotea, recorrer los metros que le separaban del tanque parece sencillo.


Si bien los tanques de agua son cilindros de 1´2 x 2´4 metros sin acceso fijo a ellos (los trabajadores que encontraron el cuerpo debieron usar una escalera para mirar el interior), en el vídeo parece que se puede acceder a ellos tras descolgarse de una de las paredes. Parece algo altamente improbable de hacer por una persona en su sano juicio, pero debemos recordar que Elisa Lam estaba sufriendo algún tipo de ataque psicótico. El vídeo confirma las declaraciones de los operarios que encontraron el cadáver, pues la trampilla del tanque también se ve abierta.




Una de las pertenencias de Elisa que jamás fue encontrada fue su móvil, ni junto a su cadáver, ni en su habitación, por lo que se piensa que fue robado en algún momento.


Con toda esta información surgieron teorías de todo tipo, como en cualquiera de los demás casos sin resolver que tratamos en este blog. De entre todas ellas, la más aceptada es que durante el viaje Elisa Lam comenzó a dejar de tomar la dosis recomendada del medicamento para su trastorno bipolar de tipo 1 (posiblemente desarrollaba ataques psicóticos, escuchaba voces y tenía percepción de personas u objetos inexistentes), lo que precipitó uno de sus ataques y llevó a su mente al extremo de imaginar que alguien la perseguía.


Esta teoría podría explicar el comportamiento de Elisa en el ascensor, así cómo que intentando buscar refugio o huir de lo que su mente proyectaba subiera a la azotea y de allí al tanque de agua, apropósito o de forma accidental. Una vez dentro, Elisa, viendo que se ahogaba, se desnudó para intentar salir, pero jamás lo conseguiría. Lo que no explica esta hipótesis es cómo le fue posible llegar hasta allí sin ser vista por nadie en el Hotel Cecil.


A favor de esta hipótesis está la conclusión del propio forense, que como ya hemos visto antes calificó la defunción de “muerte accidental por ahogamiento, producida por el factor de una presunta alucinación a causa de su bipolaridad”.


Otras teorías, más ligadas a lo sobrenatural, apuntan al oscuro pasado del Hotel Cecil como posible causa, o por lo menos catalizador, de la muerte de Elisa Lam. Para los defensores de esta hipótesis, el edificio posee una especie de aura maligna que actuaría como caldo de cultivo para que allí ocurrieran cosas negativas.


El hotel, situado en el centro de Los Ángeles, zona que tanto en la época de la muerte de Elisa como en la actualidad tiene un enorme problema de indigencia, sirve tanto de alojamiento barato para turistas como de alojamiento de larga duración para persona sin hogar que viven por la zona. Esta situación hizo que Amy Price, gerenta del hotel cuando Elisa desapareció pensara: “Desde el principio tuve un mal presentimiento. Ella viajaba sola y realmente pensé que podía haberse mezclado con la gente equivocada, algo que no sería complicado de hacer en el centro de Los Ángeles”, según declaró a la BBC.


El 'lobby' del Hotel Cecil. Foto: Alejandro JofréCC


Esta mala ubicación se une a la fama que tiene el propio Hotel Cecil desde que los años dorados tanto del establecimiento como de la zona quedaran atrás. El hotel parece estar relacionado de distintas maneras con varios de los asesinatos y asesinos más notables de la ciudad.


Supuestamente Elisabeth Short, más conocida como la Dalia Negra, hizo su última parada en el hotel antes de ser brutalmente asesinada, en lo que se convirtió con el tiempo en uno de los más infames casos sin resolver de todo Estados Unidos. La historia continúa, pues en 1964 Goldie Osgood fue violada y asesinada en el propio Hotel Cecil, caso que también está aún sin resolver. Al parecer el hotel también ha sido refugio de asesinos en serie como Richard Ramírez o el austríaco Jack Unterweger, que pasaron por sus habitaciones cuando aún estaban en activo.


A esto debemos añadir los numerosos casos de suicidio ocurridos en el edificio prácticamente desde que fue fundado en 1924.


Esta mala reputación puede también estar relacionada un tema más terrenal...


Para entender esto debemos regresar al ya famoso vídeo del ascensor y recordar que algunos de los internautas que lo investigaron a conciencia denunciaron la extirpación de casi un minuto de grabación. Una posible explicación a esta manipulación podría venir de que algún empleado del hotel apareciera en el metraje. No quiere decir esto que Elisa Lam fuera asesinada por uno de los empleados (que obviamente también fueron investigados) si no que alguno vio el estado en que se encontraba la joven y no hizo nada para ayudarla, ni avisó a los servicios de emergencia, ni se preocupó por una clienta que claramente lo estaba pasando mal. Esta negligencia podría ser causa de demanda para la administración del hotel, que consideró mejor eliminarla antes de entregarla a la policía. De echo, en septiembre del mismo año 2013 fueron los propios padres de Elisa los que denunciaron al Hotel Cecil por homicidio culposo alegando que el lugar presentaba peligros no señalados que constituían un potencial riesgo tanto para su hija como para otros huéspedes del hotel. Esta demanda fue desestimada en 2015.


Esta probable dejadez y omisión de ayuda se una al mal funcionamiento de las instalaciones (como el ascensor del vídeo) y a las inexistentes medidas de seguridad para terminar de redondear la mala fama del lugar y el porqué de ser uno de los hoteles más baratos de Los Ángeles.


La ubicación del Hotel Cecil no es de las más seguras de Los Ángeles. Fuente: elconfidencial.com


Por si todo esto que acabas de leer no te parece lo suficientemente extraño y misterioso, déjame que le ponga la guinda al pastel contándote que la muerte de Elisa Lam tiene un inverosímil parecido con el argumento de la película de 2002 Dark Water. En este largometraje japonés (del que también se filmó un remake estadounidense del mismo nombre en 2005) basado en un relato corto escrito por Koji Suzuki una madre y su hija se mudan a un ruinoso apartamento. Un ascensor disfuncional y el agua turbia que brota de los grifos las conducen al tanque de agua del edificio donde descubren el cuerpo de una niña que había sido reportada como desaparecida del inmueble un año antes.


Es momento ahora de saber tu opinión respecto al caso ¿te convence la teoría del brote psicótico o pudo haber alguien más implicado en el caso? ¿Muerte accidental o asesinato? Déjame tus opiniones en los comentarios.

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