El asesinato de Terry Sutter
- David CM
- hace 31 minutos
- 6 Min. de lectura
Ojos llenos de odio miran con desprecio el destrozo que acaban de causar. La lápida de Terry Sutter yace hecha añicos en el suelo rodeada de los destrozados ramos de flores que amigos y familiares habían depositado en su honor. La noche da cobertura a su violencia mientras la luna parece mirar a otro lado para no ver como noche tras noche desde su entierro la tumba del joven Terry es profanada.
Pero ¿quién era Terry Sutter? ¿Por qué había muerto tan joven? Y sobre todo ¿Cual era el motivo de este odio post-mortem hacia él? Acompañame mientras intentamos descubrir las respuestas a tantas importantes preguntas.
Comencemos por el principio de esta historia, que desgraciadamente para Terry, sería el final de la suya. El joven de 15 años vivía con su familia en Honor, un pequeño pueblo cerca del lago Michigan. El 1 de septiembre de 1973 le pidió a su madre que le acercara a Frankfort, la ciudad más próxima, para pasar la tarde en la bolera y después ir al cine. Su madre no tuvo problema en llevarle hasta allí bajo la condición de que estuviera a las 23:00 en casa de su abuela para pasar allí la noche.
Los problemas comenzaron al día siguiente, cuando sus padres se enteraron de que Terry no había estado en casa de su abuela. El joven no era problemático y solía respetar el toque de queda que le imponían sus padres, así que estos sabían que algo estaba mal por lo que denunciaron su desaparición. Como hemos visto en otros artículos, la policía no hizo mucho caso a los padres, tildando el incidente de chiquillada de un crío que no quería ir a la escuela.
Pero la policía estaba muy equivocada y pronto se darían cuenta pues ese mismo día, un turista que paseaba a orillas del Lago Michigan, encontró el cadáver de Terry Sutter. El primer pensamiento de los investigadores fue que Terry había tenido un accidente y había caído desde uno de los acantilados cercanos, pero la autopsia reveló que los pulmones del adolescente estaban llenos de arena y no de agua, lo que no era compatible con un ahogamiento accidental en el lago. Parecía como si le hubieran presionado la cabeza contra el suelo de la playa hasta que Terry acabó asfixiándose. El cadáver además presentaba múltiples moratones en cabeza y cuello, e incluso sus ojos estaban llenos de arena.

A Terry le faltaban los pantalones, un zapato y un calcetín. Según las fuentes, los investigadores consiguieron el pantalón, aunque jamás revelaron donde.
Parecía claro que la policía se enfrentaba a un caso de asesinato, pero pronto se presentó el primer problema de la investigación y es que surgió una disputa territorial entre los distintos departamentos. El lugar donde se encontró el cuerpo de Terry Sutter hizo que se encargara de él la oficina del Sheriff del Condado de Benzie, pero la denuncia que presentaron los padres por la desaparición se hizo ante el Departamento de Policía de Frankfort y la Policía Estatal de Manistee. El caso comenzó con tres expedientes distintos y separados, sobre la desaparición, muerte y finalmente causa de la muerte. No eran buenos augurios para el futuro de la investigación...
Las pesquisas pronto dieron sus primeros frutos. Uno de los interrogados, un joven mayor de edad, conocido de su hermana, arrojó algo de luz sobre los verdaderos planes que tenía Terry esa noche. El adolescente le pidió que le comprara un pack de seis cervezas y que le acercara a una fiesta que se celebraba en el bosque cerca del lago Michigan. El caso cambiaba de escenario y muchas hipótesis aparecían en el horizonte.
La policía interrogó a sus compañeros de clase, presionó al chico que le consiguió las cervezas, buscó testigos y analizó pistas, pero nada fue de ayuda.
Mientras tanto, la familia organizó el entierro de Terry Sutter. Su ataúd, a petición expresa de su abuela, era abierto, para que todos pudieran ver la violencia que habían ejercido sobre él.
Si bien hasta ahora este caso no se diferencia mucho de otros del blog es tras el entierro cuando todo se vuelve incluso más turbio e inusual.
Una de las mañanas en que sus familiares se acercaron al cementerio, con la pena aún oprimiendo sus corazones, comprobaron horrorizados que la tumba de Terry había sido profanada. Sacando fuerzas de flaqueza, reconstruyeron la lápida, repusieron las flores en recuerdo del joven y su hermana plantó de nuevo el arbusto en su honor que había sido arrancado de raíz. Un esfuerzo que sirvió para poco pues pocos días después todo amaneció destrozado de nuevo. Durante bastante tiempo (algunas fuentes hablan de que esto se repitió entre 1973 y 1975) los esfuerzos de la familia para honrar la memoria del joven asesinado eran hechos trizas a los pocos días. Prácticamente desesperados, al final tomaron la única alternativa que les quedaba: trasladaron la tumba de Terry a otra zona del cementerio y lo enterraron bajo una lápida sin nombre. Por suerte esto funcionó y el jiven pudo descansar por fin en paz.
Supongo que ahora te vendrán a la cabeza muchas preguntas ¿Quien o quienes odiaban tanto a Terry Sutter como para profanar su memoria de esa manera? ¿Era el propio asesino quien lo hacía? Por desgracia nadie, salvo quien perpetró el ataque, tiene esas respuestas.
¿Cómo es posible que la policía no pusiera cámaras de seguridad o vigilancia de algún tipo en el cementerio? Sobre esto hay una posible respuesta pues el Departamento de Policía de Frankfort, quien tenía jurisdicción sobre el cementerio de Lake Towship donde intentaba descansar Terry, no cejó en su idea de que todo el caso era un accidente, por lo tanto no creían necesario monitorizar lo que estaba ocurriendo con la tumba del joven.
No fue hasta 1986 cuando se convocó un Gran Jurado y se tomaron cientos de declaraciones. La primera investigación duró seis meses, pero no llegó a ninguna conclusión por lo que el Fiscal General del Estado otorgó una prorroga de otros seis meses, no obstante, tras un año entero de investigación, esta se cerró sin llegar a ninguna conclusión, a la espera de que aparecieran nuevas pruebas o alguien se presentara con una nueva declaración.
En 2007 se volvieron a tomar declaraciones y se retomó la investigación en silencio, tan en silencio que no se supo nada más sobre el tema. De nuevo en 2009 el sheriff Rory Heckman abrió el caso. La familia de Terry Sutter confió en que está vez todas las preguntas obtuvieran las respuestas que tanto tiempo llevaban esperando, pero fue en vano pues nada se sacó en claro de este último intento.
Desde hace años, tanto las fotos de la escena del crimen como el único zapato que conservaba el cadáver del joven están perdidos.
Por supuesto que a lo largo de los años se han barajado distintas hipótesis sobre lo que le pudo ocurrir. Entre estas destaca un posible altercado con sus nuevos “amigos” en la fiesta del bosque. ¿Pudo hacer o decir algo Terry Sutter que no gustó a alguno de los presentes en esa fiesta? Quizás le dieron una paliza entre unos cuantos y creyendo que estaba muerto lo tiraron por un acantilado para hacerlo pasar por un accidente. Cuando se dieron cuenta de que no estaba aún muerto decidieron acabar el trabajo presionando su cara contra la arena de la playa hasta que Terry se ahogó. Quizás todo fuera un accidente...muchos quizás y ninguna certeza.
Aún así, lo que más me inquieta en este caso es que todo ocurriera en un pueblo tan pequeño, en el que con seguridad todos se conocen entre ellos y que nadie haya dicho nada sobre lo que sabe...
Igual de inquietante es la forma en la que la tumba de Terry fue profanada durante tanto tiempo ¿tan mal hizo este joven para recibir un castigo incluso tras haber sido asesinado?
Pero ahora es momento de saber tu opinión ¿que teoría se te ocurre para explicar este caso? ¿Crees que alguna vez se resolverá? Déjame tus comentarios abajo.
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