Cuando el 8 de mayo de 2008 Joshua Maddux se despidió de su hermana Kate, no se paró a pensar que sería la última vez que la vería. El chico de 18 años solía pasear sólo por los bosques de los alrededores de su casa en Woodland Park, Colorado. El contacto con la naturaleza y la soledad del bosque eran para él un reconstituyente que alimentaba su espíritu artístico y le ayudaba a sobrellevar la dura pérdida de su hermano Zachary. La familia entendía y respetaba estas solitarias aventuras de Joshua, por eso no prestaron mayor importancia al largo paseo del joven.
La situación sin embargo comenzó a inquietar a la familia Maddux cuando el día pasó y llegó la noche. Esta conducta no era normal en Joshua y su padre Mike y sus dos hermanas comenzaron a preocuparse de verdad. El día 8 de mayo se acabó y a ese siguieron cinco más hasta que el 13 de mayo Mike Maddux se presentó en la comisaría de policía para denunciar la desaparición de su hijo. Desde un primer momento el despliegue policial fue el máximo disponible en la zona. A los agentes se unieron por supuesto la familia y los amigos del joven.
Lo que en un principio pudiera parecer una búsqueda fácil, pues si bien Woodland Park estaba rodeado por bosques, estos no eran muy frondosos ni inaccesibles, se tornó en un esfuerzo inútil que fue minando poco a poco las esperanzas de todos los implicados. Al cabo de las semanas, los policías interpretaron que Joshua Maddux había huido de casa por su propia voluntad para iniciar una vida mejor. Esta hipótesis pareció convencer incluso a la familia, pues años después su hermana Kate declaró que no le parecía raro que Joshua hubiera decidido dejar todo atrás para emprender una nueva vida persiguiendo el sueño de ser músico o escritor, artes para las que no carecía de talento. Kate siempre esperó que su hermano apareciera un día por la puerta con su esposa y sus hijos para que conocieran a su abuelo y a sus tías. Como veremos más adelante, esto jamás ocurriría...
La familia Maddux estaba en general bien avenida, a pesar de que años antes los padres se habían separado. Este divorcio afectó mucho al hermano mayor, Zachari, quien entró en una profunda depresión de la cual solo vio salida quitándose su propia vida. Obviamente esto afectó sobre manera a todos los miembros de la familia, en especial a Joshua quien según su padre se vio sobrepasado por la situación, pues le tenía en alta estima. No obstante, gracias seguramente a que el resto de la familia estaba muy unida, todos consiguieron avanzar en sus vidas.
Debido a este antecedente se especuló con que el propio Joshua Maddux se hubiera suicidado, algo que familiares y amigos negaron. Tampoco tenía antecedentes por enfermedad mental, aunque realmente esto no descarta el suicidio para nada. No se conocían tampoco enemigos ni problemas con las drogas u otras situaciones que pusieran en riesgo su vida.
Así, el caso comenzó a enfriarse y con los años quedó en el pasado, salvo para los familiares de Joshua que aún tenían esperanzas de que un día de estos, por sorpresa, apareciera por la puerta para contarles sobre su nueva vida.
Así llegó agosto de 2015 y en el lugar más insospechado saltó la noticia que los Maddux no querían conocer. En esas fechas y a poca distancia de la casa familiar, Chuck Murphy hacía reformas en una cabaña abandonada de su propiedad. Mientras uno de los operarios derribaba la chimenea de piedra del inmueble, encontró lo que parecía un cuerpo en estado de momificación. De forma inmediata se avisó a las autoridades que procedieron a la identificación del cadáver gracias a los registros dentales. Fue entonces cuando se confirmaron los peores presagios: tras siete años desaparecido, al fin se conocía el paradero de Joshua Maddux, pero descubrir su cuerpo solo fue el comienzo del misterio...
El cuerpo momificado de Joshua estaba desnudo de cintura para abajo, en posición fetal dentro de la chimenea, con las piernas por encima de la cabeza y las rodillas dislocadas. La autopsia reveló que en el organismo no había rastro de drogas ni tampoco huesos rotos, heridas de bala o de armas blancas.
Mientras que la familia pensaba que Joshua podría estar en cualquier parte del mundo, su cuerpo reposaba silenciosamente en la chimenea de una destartalada cabaña a escasos kilómetros de ellos.
Obviamente la cabaña estaba dentro de la zona de búsqueda inicial, pero al no haber señales de vida nadie se acercó a inspeccionar precisamente la chimenea de aquel lugar abandonado y aislado desde el que los gritos de auxilio de Joshua jamás habrían sido atendidos.
Cuando llegó la autopsia, ni siquiera el forense tenía nada clara la causa de la muerte pues en sus propias palabras “No fue una muerte instantánea, pero como murió es solo un tema especulativo. Sabemos que no murió de inanición puesto que esto tarda semanas en ocurrir. Por debajo de eso en tiempo tenemos la deshidratación que ocurre en pocos días y además está la hipotermia, que puede tardar en llegar un día o dos. Sin embargo, no tenemos pruebas para conocer qué llegó antes”.
Oficialmente se concluyó que Joshua Maddux había muerto por causas accidentales, más probablemente por hipotermia, pues las temperaturas entre el 8 y el 10 de mayo de 2008 en Woodland Park habían descendido hasta los -6'7ºC. La teoría de los investigadores es que el accidente ocurrió cuando Joshua intentaba acceder a la cabaña y quedó atrapado en la chimenea. Según esto, la extraña posición en que se encontró el cadáver parece deliberada en un intento de acceder al inmueble.
Así concluyó pues la investigación sobre la desaparición de Joshua Maddux, pero este blog no hablaría sobre misterios sin resolver si este caso fuera aparentemente tan sencillo...
El primero en poner en duda las conclusiones de los investigadores fue el propio dueño de la cabaña, Chuck Murphy, quien aseguró que era imposible entrar desde fuera al inmueble usando la chimenea pues cuando este fue construido se le dotó de una gruesa malla de alambre colgada de ganchos de acero colocada estratégicamente para evitar la entrada de animales y escombros.
La respuesta de Al Born, jefe de la investigación, fue que esta rejilla debió corroerse u oxidarse con el tiempo porque nadie la vio al retirar el cadáver de Joshua, ni aparecía en ninguna de las fotos de los investigadores. Para esto sin embargo también tenía respuesta Murphy y es que en la demolición de la cabaña lo primero que se retiró fueron los armazones de acero, incluida la rejilla de la chimenea, lo que explica que nadie la encontrara tras el hallazgo del cadáver.
Algo que tampoco consigue explicar esta primera teoría oficial es por qué Joshua estaba desnudo, salvo por una camiseta térmica y sus ropas cuidadosamente dobladas fuera de la chimenea.
Debido a estas evidencias y alguna más que ahora veremos, Al Born decidió reabrir el caso tres días después de su conclusión inicial. A esta re apertura contribuyó otro de los misteriosos hallazgos de los investigadores en la cabaña: una gruesa y pesada plancha de madera que hacía las veces de mesa de desayuno había sido arrancada de su lugar y colocada en la boca de la chimenea. La pregunta que nos hacemos ahora es ¿quién y para qué se habría bloqueado la chimenea desde dentro?
Pese a todas estas preguntas sin resolver, lo que de verdad inquietaba a los investigadores era conocer qué pensamiento había llevado a Joshua a desnudarse, colocar su ropa al lado de la chimenea, volver a subir al techo descalzo y semi desnudo e intentar entrar de nuevo a la casa por el conducto de la propia chimenea. Pero ¿y si quizás el joven intentaba salir desde dentro hacia afuera de la chimenea, subiendo en vez de bajando y quedó allí atrapado para siempre? ¿Huía quizás de alguien? ¿Quién taponó la entrada después de que Joshua saliera por allí?
Empezamos tal vez a hablar por primera vez en este caso de un posible asesinato y para ello es necesario conocer a Andrew Richard Newmam, lo más parecido a un sospechoso que podemos encontrar en la muerte de Joshua Maddux. Este joven habría sido por un tiempo un conocido de Joshua, y su vinculación con el crimen vendría por si mismo pues se jactó varias veces de haber “metido a Josh en un hoyo”. Fueron los propios familiares y amigos de Joshua quienes pusieron a la policía tras su pista, pero los investigadores ni siquiera le consideraron como posible sospechoso. Hay que tener en cuenta que, si bien era un adolescente problemático, la cosa fue a peor con los años. Su historial delictivo hasta la fecha incluye ataque a un oficial de policía, embriaguez desordenada, hurto mayor y agresión. En la actualidad cumple una condena de prisión por apuñalar a un hombre discapacitado. Cuando fue arrestado por este delito confesó además haber asesinado a una mujer en Nuevo México, pero los policías locales ya tenían a un acusado del crimen y no se le consideró ni sospechoso. Jamás ha sido interrogado con respecto a la muerte de Joshua Maddux.
Podríamos añadir a la escasa lista de sospechosos al propio Chuck Murphy, dueño de la cabaña, porque si bien no visitaba a menudo el inmueble ¿cómo es que ninguna de las veces que lo hizo notó el olor de un cuerpo en descomposición? ¿Tampoco se percató de la ropa cuidadosamente doblada que había al lado de la chimenea? Pero si él estuviera de alguna forma implicado ¿habría mandado derruir la cabaña sabiendo lo que iban a encontrar entre sus paredes?
Pese a todo esto el caso se volvió a cerrar con la muerte accidental como causa oficial del fallecimiento de Joshua Maddux, algo que no convence a nadie más allá de la propia policía y que deja, como tantas otras veces en este blog, muchas preguntas pero muy pocas respuestas.
Es ahora turno para que me des tu opinión ¿Accidente o asesinato? ¿Qué te parece lo más extraño del caso? Déjame tus comentarios abajo.